La decisión más inteligente creo que sería establecer un gran centro de entretenimientos en mi ciudad, que incluya restaurante, casino, cine, discoteca, juegos para niños y adolescentes, teatro, música en vivo, diversas tiendas para venta y alquiler de música, películas y videojuegos, todo eso y mucho mas, que harían un lugar en el cual cualquier persona desee pasar el día entero, y al final de la jornada esté colmado de tanta diversión y recreación.
Del dinero recaudado por este establecimiento (que en muy poco tiempo superaría ampliamente el millón de dólares invertido), una buena parte la destinaría a viajes, viajes, y mas viajes por alrededor del mundo, y también reservaría una interesante cantidad para vivir el resto de mi vida sin tener que trabajar.
El resto lo destinaría a obras benéficas, a modo de agradecerle a la vida y a la humanidad todo ese dinero que me ha llegado y la felicidad que me ha producido.